Pasaje al acto – Virginia Cosin

7 minutos de lectura

Review

Novela argentina
9/10
Narrativa contemporánea
9/10
Calidad literaria
9/10
Autoras actuales
9/10
Edición
9,5/10
Overall
9.0/10

Pasaje al acto – Virginia Cosin

Pasaje al actoVirginia Cosin; el relato conmovedor sobre el vacío existencial y la pérdida de las ilusiones de una paciente recluida en un psiquiátrico que descubre su propia terapia vital en la biblioteca.

Valoración usuarios:
4.5/5

Cartografía de la autolesión

Virginia Cosin plantea uno de los grandes temas desde que Baumman acuñara el término modernidad líquida. Un nueva etiqueta para una juventud más perdida aún que la generación que encabezó Scott Fitzgerald, carente de perspectiva profesional y personal. Treintañeros que van a la deriva asiéndose a terapias de psicoanalistas y farmacología como flotadores de salvación en una era en la que los progenitores han cambiado sus protocolos de paternidad. 

La protagonista de Pasaje al acto juega con sus propios límites en un vacío sin fronteras, intentando establecer con sus heridas autoinflingidas ese perímetro de control del que carece el vacío en el que se arremolina. Cicatrices provocadas como huellas que testimonien su paso por la vida. El libre albedrío y la orfandad cotidiana han dado paso a una generación vendetta que parece no aprobar la desatención de una familia entregada a su causa profesional. Relaciones tóxicas, vocación inestable, intentos de suicidio, negación de la maternidad, aislamiento; todos ellos comportamientos que van marcando su propia cartografía de la autolesión.

Narcóticos de papel y celuloide

Narrada en primera persona en tono confesional y con un estilo que rememora la altura poética de sus referentes literarios, Pasaje al acto entra en un doble juego de espejos con voces como Pizarnik, Anne Sexton, Flaubert o Shakespeare y se adentra a la posibilidad de pertenecer a esa estirpe tocada por la hipersensibilidad extrema. La protagonista parece narcotizada no solo por la medicación psíquica sino por los versos que describen su enfermedad existencial. La proyección trasciende incluso a la gran pantalla identificándose con personajes del celuloide. Shock corridor, La isla siniestra, Atrapado sin salida, Hombre mirando al sudeste son títulos de cintas que la sitúan en el referente común de las enfermedades mentales. Y no es de extrañar que el imaginario cinéfilo sea un lugar referencial. Como hija de director de cine y de actriz secundaria tiene tendencia a ficcionar su propia vida en su versión más melodramática, como si ella misma optara por autoficcionarse y seguir el guion de un personaje: «Cuando entró [su madre] en la habitación me encontró parada sobre una mancha de sangre que teñía la alfombra beige. Pegó un grito. Después me agarró de un brazo, me llevó hasta el baño y abrió la canilla del agua fría. Mientras me lavaba la sangre, entre espasmos de llanto, me preguntó: “¡¿Quién te crees que sos?¿Madame Bovary?!”»

La ficción de los oráculos

La denominada posmodernidad ha marcado un nuevo discurso narrativo en una generación propensa al antropocentrismo excesivo. La exacerbación del «yo» y la introspección potencian la atracción por encontrar respuestas al caos existencial predominante. La literatura hace las veces de oráculo, de guía espiritual o de libro de autoayuda sin moralinas. El testimonio narrativo logra la difícil misión de la empatía literaria. El triunfo de las antiheroinas en la novela psicológica de los últimos tiempos se debe al cambio en el paradigma del rol de la mujer y a una toma de conciencia que alcanza a la literatura como lugar de expresión y reivindicación. La protagonista de la novela de Virginia Cosin es creíble, veraz, humana, arrastra los mismos fracasos vocacionales, laborales y afectivos, acusa una soledad inconsolable, una sensación de alienación, de no reconocimiento de su propia identidad ni de su gobierno: «Por más de treinta años había transportado un corazón que no me pertenecía. Era como si me lo hubieran donado. Estaba en deuda y tenía que retornarlo a su dueña. Si de algo estoy enferma es de deseo». 

En Pasaje al acto el lector entra en simbiosis inmediata con la protagonista porque la hace parte de su yo interior o, en su defecto, de alguien cercano. Es tan reconocible que cuando acaba su relato deja un vínculo de cercanía y compromiso con su historia, aparte del placer de leer un texto exquisito e iluminador.

Libros relacionados

Más sobre otros títulos

Novedades 2021

NO TE VA A QUERER TODO EL MUNDO - ISABEL COIXET

Navegación Entrevista ficcionada a Isabel Coixet y otras sinergias Cosas que nunca te dije, Isabel

Leer más...
12 minutos de lectura
todo es personal comentarios

Todo es personal de Malú Huacuja del Toro Todo es personal – Malú Huacuja del

Leer más...
7 minutos de lectura
hijos perdidos

Hijos perdidos de Carlos Rubio Una novela conmovedora sobre el conflicto de la paternidad no

Leer más...
6 minutos de lectura

Marina Abramović: el triunfo del diálogo con el cuerpo La artista serbia de performance, Marina Abramović, logra

Leer más...
12 minutos de lectura

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Lo último de Blog